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miércoles, 27 de febrero de 2008

Cocaine V - Deyvy

En esta nueva entrega de la aclamada saga "cocaine", les presentamos un caso peruano: el caso de Deyvy.

El Duro Sur

Durante el mes de febrero tengo la oportunidad de visitar el pueblo de Crucero, capital de distrito de la provincia Carabaya, el cual hasta finales del siglo XIX fuera capital de la provincia. El pueblo de Crucero basa su economía principalmente del comercio; su nombre, "Crucero", se debe a que es un punto de paso (o cruce) de una importante ruta comercial del sur andino. Además, su economía se sustenta también de la producción ganadera y el tráfico de cocaína.

Los crucerinos tienen varios problemas que vienen tratando de solucionar con el apoyo de la ronda campesina: el abigeato, la minería informal, la contaminación del medio ambiente, su autonomía como provincia (quieren separarse de Carabaya y conformar la provincia de Aricoma) y también el narcotráfico.

Internet Deyvy

Hasta hace un año, Deyvy no era más que un portero del colegio de Crucero. Su sueldo debe haberse debatido entre el salario mínimo y algunos chibilines más. Este año Deyvy cumplió el sueño del puneño exitoso, empresario, descholificado: puso su hotel 1 estrella y una cabina de internet.

¿Cómo logró esto Deyvy con un salario miserable? Ahora es el magnate del pueblo.

Freedom

En Crucero hay varios problemas que difícilmente tienen una solución cercana. Durante los años 80, el senderismo golpeó la región con fuerza, así como también la violencia producida por los abigeos y el ejército. Violaciones, asesinatos, robos, asaltos eran el pan de cada día. El padre Norato, párroco del pueblo, amigo de todos, nos recuerda el escenario de la época: jueces asesinados, ningún policía en el pueblo, autoridades perseguidas, campesinos violentados.

El escenario actual ha cambiado en muchos sentidos. La ronda campesina de crucero ha jugado un rol muy importante en ese sentido: fue la única organización que logró organizar a la población campesina para hacerle frente a ese vacío de autoridad. Se eliminó casi completamente el abigeato y se le pudo hacer frente a Sendero Luminoso y a los abusos del ejército. Ahora la ronda tiene nuevos retos: combatir la minería informal que está destrozando la cuenca del Ramis (el río tiene un color verde y el agua es densa; el ganado muere, la contaminación ya es un problema que ha estallado).

Estatua de la Libertad

¡Que viva Crucero, con su estatua de la libertad, sus locutorios, sus pollos a la brasa baratos y su cocaína!

Desde Carabaya, con amor

Amigo lector, amiga loba, ante todo, buenas tardes. No he estado posteando mucho últimamente debido a que he estado seriamente ocupado durante las vacaciones: viajes, peleas, incontables chotes a nivel de chicas, etc.

Durante lo que va de este año 2008, aún no he pisado la ciudad de Lima; he estado pasando la mayoría del tiempo dando vueltas por el sur del Perú: Arequipa, Cuzco y Puno. Lo que va del año ha sido sumamente confuso y complicado para todos los miembros de este, su blog amigo. Como Elmo anunció en un post anterior, todos los elegidos de Cayo estamos dispersos por el mundo realizando diferentes actividades.

Carabaya

Como parte del trabajo que vengo realizando he tenido la suerte y oportunidad de conocer la provincia de Carabaya, al norte de Puno, al sur del Perú, en el olvido de todos. En un post anterior expliqué de qué se trataba el trabajo; ahora me reporto nuevamente para anunciar mi vuelta a la ciudad de Cuzco, así como para anunciar que estaré haciendo algunos posts acerca de la experiencia de trabajo de campo.

Ser parte de la experiencia rondera fue para mí un reto en varios sentidos: a mis capacidades, a mis creencias, a mis prejuicios, a mi racismo, a mi ignorancia. Se me hace imposible negar ahora que existe una cuestión andina y que dada su importancia tiene que ser estudiada, trabajada, entendida, problematizada.

Salir de Lima y conocer de primera mano al Perú profundo no es solo una experiencia recomendable, sino una obligación para todo peruano.

The View From The Afternoon

Y para que no digan que me puse feeling: pichula para todos.