Del "gorgojo" Del Castillo al "tío George"

Curiosamente, el ex-premier, ex-alcalde de Lima, ex-abogado de Alan García y conocido miembro del APRA, Jorge del Castillo, reclama por un supuesto complot en su contra. Via Terra:

"Lo que creo es que este audio es un psicosocial de época montesinista para desprestigiar mi imagen. Pero no me va a tumbar porque voy a seguir en la política. Soy un hueso duro de roer."

Lo increíble del caso de Del Castillo es que confirma la tendencia peruana a olvidar y a perdonar a los funcionarios públicos que cometen barbaridades, ineficiencia, robos y mentiras a la ciudadanía. En otros países -civilizados- la "sociedad civil" y la "opinión pública" no se encargan de eso, sino la justicia. Luego de unos años en la cárcel (no en la contumacia) a esos funcionarios no les queda sino desaparecer entre la ignomia y la vergüenza. Pero vivimos en el Perú (como díría Rospigliosi... "en-el-Pe-rú") y aquí puedes pasar de ser el alcalde más ineficiente de Lima a un premier envuelto en escándalos de corrupción... y seguir pasando piola.

Ya me extrañaba que en los recuentos sobre la carrera política de Del Castillo cuando iba a asumir el premierato (recuerdo el de la Ventana Indiscreta, que parecía propaganda de Alfonso Ugarte) se pasara rápidamente por su periodo de la alcaldía de Lima, (1986-1989) como si fuera poca cosa, cuando históricamente se sabe que es una tremenda plaza (presidenciable por decir lo menos) para un político con ambiciones (Bedoya, Barrantes, Belmont, Andrade y ahora el mudito).

Claro, cuando lo haces bien. Cuando eres uno de los peores alcaldes de la historia, envuelto en escándalos de malversación de fondos y corrupción (no debe ser fácil cuando el gobierno de tu partido te chanta la peor crisis económica de la historia), incluyendo el trístemente célebre episodio de la avena donada a la Municipalidad de Lima que se llenó de gorgojos en el Callao debido a que no se pagaban las coimas correspondientes. Así nació el Gorgojo. Y luego se aseguró que teníamos un alcalde retrasado, border, mongo, estúpido... y así empezaron los chistes de Jorgito (había un libro con la recopilación y basta ver la imitación de Jorge Benavides, que es un rezago de Risas y Salsa de fines de los ochentas). En ese entonces nadie daba una china por apostar que Del Castillo volvería a ostentar un cargo público de importancia, claro, en esos años en los que nadie daba ni una raspadilla de Inti por apostar que Alan sería presidente de nuevo.

Asi que tranqui, tío George, que tu imágen peor no puede estar, y sabes que el problema de la imágen no es que esté sucia o agorgojada, la cosa de fondo es desviar las investigaciones y evitar a toda costa que te metan en cana, que por eso sí te creo que se te mueve la peluca de Mafalda. Y aun así, te esperas 10 añitos y de nuevo al ruedo, que entre chiste y chiste acabas siendo el bufón de Palacio.