martes, 2 de octubre de 2007

Mi presidente es un roche

Alan García de Nores

Si queremos hacer una especie de currículum presidencial de Alan García, encontraremos cosas bastante interesantes:

Fue electo presidente del Perú por primera vez en 1985. Tenía 36 años de edad. Era el presidente electo más joven que ha tenido el Perú. Su elección estuvo marcada por la violencia, al sufir un atentado senderista el presidente del JNE, Domingo García Rada el 24 de abril de 1985, lo que llevó a Alfonso Barrantes (candidato contra el cual García debia pelear en la segunda vuelta) a renunciar a las elecciones generales.

El APRA en 1985 tuvo mayoría en la cámara de Senadores y de Diputados del Congreso de la República.

En 1985, el país estaba azotado por una crisis económica y una guerra civil iniciada por el PCP-SL. Alan García asumió el poder sin un plan concreto para tratar esos dos temas. Sus políticas estuvieron determinadas por la coyuntura y por los arranques presidenciales. En el ámbito económico, su plan fue llamado heterodoxo ante la imposibilidad de situarlo en una corriente económica coherente. Mi presidente es un improvisado.

El gobierno de Alan García no contaba al comenzar con una estrategia contrasubversiva alternativa. Intentó algunas reformas del aparato estatal que tuvieron influencia positiva parcial sobre la respuesta a la ofensiva terrorista; la unificación de la policía es un ejemplo. Por otro lado, la relación entre el gobierno y las fuerzas armadas atravesó por momentos de tensión, sobre todo cuando en el primer año, el Ejecutivo buscó imponer la autoridad civil mediante la destitución de militares o el rediseño del sistema de defensa. Sin embargo, el PAP buscó, en líneas generales, una mayor cercanía a la policía evitando inmiscuirse en temas estrictamente castrenses. (Informe Final CVR, T.3, p. 33)

Su estilo de gobierno, ligado demagógicamente a las masas, estuvo marcado por una relación estrecha con las encuestas y con la figuración y capitalización personal de su imágen a nivel local y extranjero (al intentar asumir un liderazgo dentro de los países no alineados). Mi presidente es un populista.

En 1985, en su discurso presidencial, anunció que solo pagaría el 10% de nuestras exportaciones como parte de la deuda externa. En ese mismo discurso atacó al FMI. La economía peruana se recuperó entre 1985 y 1986, y el presidente García logró cerca de 90% de aprobación.

En un comienzo, las medidas adoptadas dieron resultados positivos. Ya en setiembre de 1985, la inflación bajó a 3,5 % (comparado con 12,5 % en abril del mismo año). Hacia el segundo trimestre de 1986, la economía dio señales de clara recuperación. Los sectores que dependían de la demanda interna (manufactura, construcción, agricultura) crecieron, no así los sectores dedicados a la exportación (minería, pesca). En 1986, la economía creció 10 %. Fue el mayor crecimiento desde los años 50 (Crabtree, John: Alan García en el poder: Perú 1985-1990. pág. 63).

Hacia fines de 1986 el modelo heterodoxo de García empieza a flaquear. La gente, temerosa de sus políticas económicas, empieza a dolarizar sus ahorros. Alan García, confiado en que el crecimiento podía continuar al menos hasta 1988 trata de mejorar sus relaciones con los llamados "Doce apóstoles" de la economía peruana, los doce empresarios más poderosos del Perú. Ante la actitud ambivalente de los mismos, Alan García decide radicalizarse. Mi presidente está loco.

El 28 de julio de 1987 García decide, de manera sorpresiva, estatizar la banca, acción sin precedentes en el Estado peruano desde las estatizaciones de Juan Velasco Alvarado entre 1968 y 1975. Con esto se inicia un profunda pelea entre Alan y los sectores empresariales de derecha (que formarían, junto a parte de la opinión pública, el movimiento Libertad, liderado por el neófito liberal Mario Vargas Llosa). También se desencadenaría a partir de esa fecha la crisis económica más profunda de nuestra historia republicana. Mi presidente es una bestia.

Aun sin el intento de estatización, alguna que otra crisis económica habría, casi con certeza, surgido. Y tampoco fue el único factor que explica la erosión de la popularidad inicial del gobierno. La curva de aprobación popular de García demuestra que, a pesar de una ligera caída antes de mediados de 1987, el nivel de aprobación se desplomó en 1988 -entre mayo y octubre-, cuando el peso entero de las medidas económicas del shock cayó sobre la población (Crabtree. 187-188).

La
hiperinflación peruana, los paquetazos, la escases de alimentos básicos y el recrudecimiento de la violencia fueron la constante entre 1988 y 1990, lo que desligitimó no solo a García sino a gran parte de la clase política peruana, abriendo el camino para la aperición de outsiders electorales como Alberto Fujimori. Mi presidente es un fracaso.

A partir de setiembre de 1988, la inflación se convirtió en lo que los economistas denominan hiperinflación. Ese mes, los precios subieron 114 %. Fue el mes con mayor inflación en el gobierno de García y, probablemente, en la historia del Perú. Y el shock parecía llegar muy tarde. En todo caso, no pudo controlar la inflación.

Bajo el nuevo Ministro de Economía, César Vásquez Bazán, la inflación cayó, pero no de forma sustancial. La tasa anual de inflación fue de 2000 % en 1989. Los últimos meses de 1989 fueron usados en gastar las magras reservas internacionales para reactivar en algo la economía en vista de las prontas elecciones. Así, en marzo de 1990, las reservas internacionales eran de apenas 190 millones de dólares.
(Fuente: Perú Político)

¿Ustedes pensarán que este presidente, cuando por cosas de la política peruana, ha vuelto a ser electo presidente en el 2006, ha aprendido la lección? ¿Actuará con más humildad y madurez política? ¿Tendrá más conciencia de los problemas reales del país y tratará de solucionarlos? Mi presidente es el mal menor.

Bueno... la respuesta cae por sí misma. Para Alan, sólo hay blanco y negro, buenos y malos. Él hace todo bien, las críticas vienen de sectores que no quieren que el Perú avance (¿alguien de verdad se cree esta estupidez?, ¿quien no quiere que este país se DESARROLLE? Pero claro, hay que saber que es esa palabra). Para García todos los que lo critican son comunistas o simplemente "malos". Las buenas migas que ha desarrollado con George W. Bush lo han afectado. Es bipolar, ya lo sabemos, pero debería seguir con sus dosis de litio pues.

Las últimas de García:

Alan y la inversión minera
Alan y el fujimorismo
Alan y el retorno de la inflación
Alan y los insultos
Alan y el terremoto
Alan y la incapacidad gubernamental
Alan y el alza de precios
Alan y el pisco
Alan y su hijo fuera del matrimonio

Alan en Inciclopedia

Y para coronarla: La cooperación española va a donar 40 millones de dólares para la reconstrucción de las zonas destruidas por el terremoto. Luego de los maltratos verbales de García, España se está portando de manera magistral, como un país desarrollado y no como un niño con rabieta. El AECI es un conjunto de ONG's españolas (Sí Alan... ONG's!!!!!!... el diabloooo) que trabajan desde hace décadas en el Perú y el mundo. O sea, España le acaba de callar la boca a García, quien por supuesto, no ha salido ni a decir las gracias. Mi presidente es un roche.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mi presidente es satán u_u

Liss dijo...

mi presidente es atorrante :S

Zimmerman dijo...

concuerdo prácticamente con todo, pero me aprece que hay un problema de fondo respecto a lo de la estatización de la banca que no ha sido mencionado.

el declive económico era imminente, pero esto era en buena parte porque el empresariado sacaba el dinero del país, y no lo reinvertía. ahora, es muy difícil que un país progrese con una élite así.

al estatizar la banca, alan quería justamente ponerle paro a esto, y tras el anuncio, más del 50% de la población apoyaba la medida.

ahora, los medios de prensa, obviamente INTERESADOS, se encargaron de dar la vuelta a esta situación, manipulando la opinión pública.

alan la cagó, sin duda es un sujeto sin ideología, que sólo le interesa quedar bien, adecuándose al contexto, pero no criticaría el intento de estatización de por sí.

Anónimo dijo...

acaso el que el pueblo haya apoyado en mas de 50% a alan quiere decir que estaba bien o que al menos sabia lo que significaba?
mira no mas la votacion de la ultim eleccion y mira la aprobación de ahora