Cuestiones de Género

Estoy harto de los temas de género, del diplomado de género, de Cipriani y el género, de las antropólogas y el género, de los problemas de género, de los debates en torno a género, de las investigaciones de género, etc.

Extraño los tiempos en los que la masculinidad era indiscutible, un imperativo categórico. En donde los hombres se quedaban hablando en la sobremesa mientras que las mujeres se dedicaban a la cocina, la crianza de los hijos, etc. Los extraño honestamente y no me retracto; tal vez es solo una etapa, tal vez es cool ser open mind.

No por ser machista (aunque tal vez lo sea), sino porque estoy cansado de escuchar día y noche acerca del género, de las reivindicaciones de la mujer, de la lucha por la "pseudo igualdad", de estar siendo cuestionado día y noche: "¿Seré machista?", ¿Esto es machista?", ¿Decir esto es machista?", "¿Está mal ser machista?", o de escuchar incriminatoriamente "¿Por qué eres tan machista?", "Estás atrapado en el siglo X", "No hay nada que las mujeres no podamos hacer", "Los hombres son una basura", "¿Por qué eres tan inmaduro?".

Pasa igual con el racismo. Pero ahora ya no está de moda ser racista, todos somos open mind, pero a nadie le importan las víctimas de la violencia política de los 80's, a nadie le importan las víctimas de las olas de frío, a nadie le importan las reivindicaciones culturales, las cuestiones de educación intercultural, las iniciativas de desarrollo para los peruanos como nosotros que viven en la más extrema pobreza. Sin embargo la dejo a mi "chola" que vaya a su colegio nocturno en la noche. Regia la chola, ya tiene su carrera en el instituto, sabe word, entrar a internet y buscar en el "guuuugli".

Pero en fin, cada uno con su vaina; mejor es no meterse con la herramienta de trabajo de los colegas antropólogos. Es mejor dejarse llevar por el cáñamo esta noche: a él no le importa si eres hombre, mujer, gay, bisexual, acomplejado, mujer adulta, mujer loquita, mujer colegiala loquita, mujer universitaria loquita, mujer ama de casa loquita, mujer ama de casa loquita que quiere ser universitaria loquita, mujer ama de casa loquita que fue universitaria pero que no se encontró a sí misma en el trabajo.

Al parecer, estoy harto.

Y lo mejor que puedes hacer es sumirte en el internet, los relajantes naturales y los videojuegos. En ese caso, Mario Bros. nunca ha fallado, siempre ha estado ahí, cuando era grande, cuando pequeño, cuando tenía pareja, cuando estaba solo. Siempre ha estado Mario presente, con una palabra de aliento, un consejo amigo, una distracción.


Me encuentro sumido en Super Mario RPG: The Legend of the Seven Stars, un clásico de la infancia, un juego de toda la vida. Desde la cama disfruto golpear a Bowser, joder al frágil honguito y darme un paseo por un mundo de fantasía en el que un par de fontaneros italianos salvan el día.

Y de repente entro a la casa de uno de los honguitos y me encuentro con esta típica escena familiar del mundo de los honguitos, en la que los viejos valores siguen vigentes y todo parece funcionar a la perfección:


Grande, Mario, tú si que eres un macho que se respeta.