La Perra del Hortelano - I
Seguramente, muchos de ustedes ya están hartos de los requete conocidos y requete cuestionados artículos cojudos del "Perro del Hortelano" que Alan García ha venido escribiendo durante el último año. Este intento de acercamiento a la población (que ya tiene su tercera entrega, la más cojuda de todas), que el presidente Alan García viene publicando en El Comercio ha estado en boca de todos; se hizo evidente y molestoen la cumbre de la APEC, cuando todos los caviares/empresarios "sociales"/y periodistas invitados se encargaron de comentar todas y cada una de las ponencias a partir de lo que "litio" García había escrito.
Los años Maravillosos
En los artículos del Perro del Hortelano, Alan García expone sin perlos en la lengua lo que es su visión de Perú tanto a corto, como mediano y largo plazo. Al parecer, para Alan García la única solución a todos los problemas del país es seguir apoyándose en su doctrina pseudoneoliberal; la cual hasta ahora estaría dando resultados espectaculares. Las cifras del Perú nunca han sido tan alentadoras, razón por la cual el Perú ha cambiado drásticamente su imagen de ser un país inviable, corrupto y antidemocrático, a ser un país democrático, que respeta los Derechos Humanos, que tiene esperanza, que ha sabido aprender la lección, que es tema fijo en las conferencias del Banco Mundial.
Estamos frente a una nueva belle époque, una en los peruanos si podemos, los peruanos salimos en revistas internacionales, los peruanos campeonamos en surf, los peruanos somos creativos, los peruanos somos cocineros, los peruanos sabemos superarnos, los peruanos juntos sí podemos etc.
Corani, Puno - Perú
El distrito de Corani es un distrito alpaquero. A más de 4500 msnm y a 3 horas en camioneta de cualquier centro poblado mayor, la vida de los agricultores y ganaderos en Corani es muy difícil. Ellos también son peruanos, pero desde que la provincia de Carabaya fue poblada a fines del siglo XIX por hacendados e indios colonos, nunca ha ocupado un gran lugar en la historia del Perú. Al norte de Puno, en una pequeña provincia, en un pequeño distrito altoandino, es difícil ser protagonista.
Los años Maravillosos
En los artículos del Perro del Hortelano, Alan García expone sin perlos en la lengua lo que es su visión de Perú tanto a corto, como mediano y largo plazo. Al parecer, para Alan García la única solución a todos los problemas del país es seguir apoyándose en su doctrina pseudoneoliberal; la cual hasta ahora estaría dando resultados espectaculares. Las cifras del Perú nunca han sido tan alentadoras, razón por la cual el Perú ha cambiado drásticamente su imagen de ser un país inviable, corrupto y antidemocrático, a ser un país democrático, que respeta los Derechos Humanos, que tiene esperanza, que ha sabido aprender la lección, que es tema fijo en las conferencias del Banco Mundial.
Estamos frente a una nueva belle époque, una en los peruanos si podemos, los peruanos salimos en revistas internacionales, los peruanos campeonamos en surf, los peruanos somos creativos, los peruanos somos cocineros, los peruanos sabemos superarnos, los peruanos juntos sí podemos etc.
Corani, Puno - Perú
El distrito de Corani es un distrito alpaquero. A más de 4500 msnm y a 3 horas en camioneta de cualquier centro poblado mayor, la vida de los agricultores y ganaderos en Corani es muy difícil. Ellos también son peruanos, pero desde que la provincia de Carabaya fue poblada a fines del siglo XIX por hacendados e indios colonos, nunca ha ocupado un gran lugar en la historia del Perú. Al norte de Puno, en una pequeña provincia, en un pequeño distrito altoandino, es difícil ser protagonista.
Hacia 1930, las grandes haciendas alpqueras puneñas lograron cierto protagonismo en la economía nacional, siendo parte del boom de exportación lanera que años después caería en crisis. Los gamonales puneños eran dueños de casi todo el territorio departamental. En el caso de Carabaya, la familia Chacón tenía monopolio sobre el 70% del negocio de la lana en el distrito de Macusani, el otro porcentaje era dominado por otros gamonales menores, que por medio del crédito enganchaban a los indios en sus haciendas. Pero no sólo eran dueños de la tierra, sino que el sistema gamonal les permitía ser autoridades, vecinos notables, dueños de la ley, la justicia, el orden y el flujo económico.
Con la reforma agraria y la posterior toma de tierras, los campesinos lograron hacerse con el dominio de la tierra en Carabaya. Ahora estos campesinos son terratenientes, son dueños de su materia prima. Sin embargo el problema de la minería irresponsable (porque sí existe la forma de hacer minería responsable), ha puesto en crisis a estos campesinos: sus tierras son terrenos muy ricos en minerales que serán tarde o temprano explotadas. El tema de la exploración y extracción del uranio es el tema principal de la zona. ¿Quiénes se quedan con el cánon y es justo el monto del mismo?, ¿Se contaminará la tierra?, ¿Se contratará a pobladores de la zona?, ¿Qué problemas sociales traerás?, ¿Quiénes organizan el presupuesto participativo de la zona?, ¿Hay realmente una participación? Estas son preguntas que el Estado tiene que plantearse y que está obligado a solucionar.
Por más neoliberal y anti-intervencionista que sea el Estado peruano actual, esa situación excede el debate acerca del intervencionismo o no intervencionismo, ya que está comprobado que la mayoría de regiones no tienen un verdadero proyecto regional de desarrollo. Alan y sus lacayos han decidido lavarse las manos en el tema de un desarrollo responsable y una administración seria de los recursos y han hecho todo lo opuesto: hasta han llegado a proponer que se le entregue a cada uno de los campesinos una parte del cánon. Idiotez total, estupidez, cocainomanía.
Sin embargo, pese a que los campesinos tienen acceso a las tierras y son también poseedores de ganado la situación de pobreza extrema no se soluciona. ¿Qué está pasando?
La puta del Hortelano
A más de 4500 msnm es obvio que la agricultura se hace muy difícil, por lo que solo se cultivan algunas variedades de papa amarga, que al no tener ningún precio en el mercado, (pese a ser papas cultivadas sin fertilizantes o químicos y que deberían ser consideradas como una variedad artesanal), sólo sirven para el autoconsumo y a veces el trueque con comerciantes de la región de Canchis.
La producción alpaquera es pues, su única fuente real de recursos. Sin embargo, pese a que algunos tienen un buen número de alpacas, la suma que reciben a cambio de su lana es mínima. Muchas de las alpacas van decontrabando a Chile, donde ellos las exportarán a un mejor precio que el peruano. Competimos (porque para algunos es una competencia), contra los chilenos por qué lana es de mejor calidad, cuando ellos muchas veces están produciendo nuestra propia lana, la cual es desaprovechada de la manera más irresponsable. Se preguntará usted amigo lector, amiga loba: ¿Por qué los campesinos no pueden vender su lana directamente a las casas laneras arequipeñas a un buen precio sin intermediadores o exportarla directamente al extranjero? Porque existe una ley que lo impide. Así es, una ley impide que los pequeños productores exporten su propia lana. Se preguntará entonces, perspicaz lector, perspicaz loba: ¿Y dónde está el libre mercado, el neoliberalismo que va a combatir a los perros del hortelano, la libre participación en los espacios del comercio?
Same shit, different day
Pero el Estado, para Alan García, no se debe de meter en estos asuntos. El Estado hace bien con programas asistencialistas como Juntos, que reparten una pequeña propina (que para ellos es realmente significativa), en las zonas más pobres.
Con la reforma agraria, la toma de tierras, Sendero Luminoso o los gobiernos geniales de Toledo y García no se ha logrado romper la barrera de la discriminación que existe en este país. Tampoco se ha logrado generar una visión de conjunto, una idea común de lo "peruano", y por ende, tampoco se ha logrado construir un verdadero proyecto país. Lo peruano es Gastón Acurio y Mercedes Aráoz. El resto son perros del hortelano.
Un verdadero mercado libre permitiría la participación de todos los productores en la experiencia del comercio justo. Acá no es así. Y es que no basta con decir que somos neoliberales, privatizar todo, firmar TLC's, seguir las medidas del Banco Mundial, etc.. El Perú es más problema que eso.
Alan, los campesinos no necesitan tu dinero, sino que los dejes trabajar.
Con la reforma agraria y la posterior toma de tierras, los campesinos lograron hacerse con el dominio de la tierra en Carabaya. Ahora estos campesinos son terratenientes, son dueños de su materia prima. Sin embargo el problema de la minería irresponsable (porque sí existe la forma de hacer minería responsable), ha puesto en crisis a estos campesinos: sus tierras son terrenos muy ricos en minerales que serán tarde o temprano explotadas. El tema de la exploración y extracción del uranio es el tema principal de la zona. ¿Quiénes se quedan con el cánon y es justo el monto del mismo?, ¿Se contaminará la tierra?, ¿Se contratará a pobladores de la zona?, ¿Qué problemas sociales traerás?, ¿Quiénes organizan el presupuesto participativo de la zona?, ¿Hay realmente una participación? Estas son preguntas que el Estado tiene que plantearse y que está obligado a solucionar.
Por más neoliberal y anti-intervencionista que sea el Estado peruano actual, esa situación excede el debate acerca del intervencionismo o no intervencionismo, ya que está comprobado que la mayoría de regiones no tienen un verdadero proyecto regional de desarrollo. Alan y sus lacayos han decidido lavarse las manos en el tema de un desarrollo responsable y una administración seria de los recursos y han hecho todo lo opuesto: hasta han llegado a proponer que se le entregue a cada uno de los campesinos una parte del cánon. Idiotez total, estupidez, cocainomanía.
Sin embargo, pese a que los campesinos tienen acceso a las tierras y son también poseedores de ganado la situación de pobreza extrema no se soluciona. ¿Qué está pasando?
La puta del Hortelano
A más de 4500 msnm es obvio que la agricultura se hace muy difícil, por lo que solo se cultivan algunas variedades de papa amarga, que al no tener ningún precio en el mercado, (pese a ser papas cultivadas sin fertilizantes o químicos y que deberían ser consideradas como una variedad artesanal), sólo sirven para el autoconsumo y a veces el trueque con comerciantes de la región de Canchis.
La producción alpaquera es pues, su única fuente real de recursos. Sin embargo, pese a que algunos tienen un buen número de alpacas, la suma que reciben a cambio de su lana es mínima. Muchas de las alpacas van decontrabando a Chile, donde ellos las exportarán a un mejor precio que el peruano. Competimos (porque para algunos es una competencia), contra los chilenos por qué lana es de mejor calidad, cuando ellos muchas veces están produciendo nuestra propia lana, la cual es desaprovechada de la manera más irresponsable. Se preguntará usted amigo lector, amiga loba: ¿Por qué los campesinos no pueden vender su lana directamente a las casas laneras arequipeñas a un buen precio sin intermediadores o exportarla directamente al extranjero? Porque existe una ley que lo impide. Así es, una ley impide que los pequeños productores exporten su propia lana. Se preguntará entonces, perspicaz lector, perspicaz loba: ¿Y dónde está el libre mercado, el neoliberalismo que va a combatir a los perros del hortelano, la libre participación en los espacios del comercio?
Same shit, different day
Pero el Estado, para Alan García, no se debe de meter en estos asuntos. El Estado hace bien con programas asistencialistas como Juntos, que reparten una pequeña propina (que para ellos es realmente significativa), en las zonas más pobres.
Con la reforma agraria, la toma de tierras, Sendero Luminoso o los gobiernos geniales de Toledo y García no se ha logrado romper la barrera de la discriminación que existe en este país. Tampoco se ha logrado generar una visión de conjunto, una idea común de lo "peruano", y por ende, tampoco se ha logrado construir un verdadero proyecto país. Lo peruano es Gastón Acurio y Mercedes Aráoz. El resto son perros del hortelano.
Un verdadero mercado libre permitiría la participación de todos los productores en la experiencia del comercio justo. Acá no es así. Y es que no basta con decir que somos neoliberales, privatizar todo, firmar TLC's, seguir las medidas del Banco Mundial, etc.. El Perú es más problema que eso.
Alan, los campesinos no necesitan tu dinero, sino que los dejes trabajar.
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