Interesante entrevista a Augusto Barrón que aparece hoy en Perú.21. Solo nos queda decir que Cayo repudia las prácticas discriminatorias tanto como un hueso con bocado o veneno. Mientras hablamos, en Puno hay gente que está siendo linchada por menos. Sin más preámbulos la entrevista:
Augusto Barrón: "En la discoteca Mamá Batata me discriminaron y me golpearon"
Recientemente, Café del Mar fue multado por prácticas discriminatorias. Pero una multa es poco si recordamos que la discriminación en el Perú ha sido componente de dictaduras abusivas y de una feroz guerra interna. Augusto Barrón fue discriminado y golpeado en Mamá Batata y decidió denunciarlos.
"El 29 de abril del año pasado, en la noche, me llamó un amigo del colegio para salir. Después de comer, fuimos a Larcomar. Estando ahí, decidimos entrar a Mamá Batata. Una persona entró antes que nosotros y, cuando quisimos entrar, el vigilante -que después sería el agresor- se paró entre la verja de metal y la puerta y nos impidió el paso diciendo que estaba lleno. Bueno, decidimos esperar y hacer cola", recuerda Augusto Barrón.
'Está lleno', 'es una fiesta privada', etc., son frases habituales para ejercer la discriminación. ¿Qué pasó luego?
Mientras nosotros conversábamos, llegaba gente que seguía entrando. Ante eso, preguntamos si ya podíamos pasar. El vigilante dijo que no, sin ninguna explicación más. Nos dimos la vuelta para ingresar por donde estaban haciéndolo las personas y, en ese momento, este vigilante reaccionó de una manera impensable: me jaló del brazo, yo me solté -no lo toqué- y se me vino encima. Me dio un golpe en la cara, que me tumbó al piso. Tiró la verja y, en el suelo, me rellenó de golpes. Mientras eso sucedía, otros vigilantes de la empresa Vips agarraron a mi amigo para que no hiciera nada. A lo único que atiné fue a cubrirme en el suelo, mientras seguía recibiendo golpes. Cuando se detuvo, nos paramos y lo primero que hice fue llamar a mi abogado.
¿Qué dijeron los del local?
Dijeron que no había pasado nada. Yo me puse a tomar fotos con mi celular, les dije que trajeran al tipo que me había golpeado y dijeron 'no sé quién es'. Luego, los de seguridad vinieron a tratarme como si yo fuera el agresor, a impedirme tomar fotos. No sabe la humillación. Primero está la discriminación; después, que lo golpeen a uno y que, encima, lo traten a uno de idiota. Es una humillación que no se puede describir con palabras. La indignación... En ese momento supe que esa gente no podía quedarse tranquila, que no podían volver a tocar a nadie en Lima.
¿Nunca se disculparon? ¿No dieron la cara?
El representante legal de Mamá Batata, Alberto Pasco, habló con mis abogados. Ellos quedaron en averiguar qué había pasado, pero nunca se comunicaron. Y cuando quisimos comunicarnos, no dieron la cara. Dijeron, además, que yo había estado ebrio. Tanto la policía como los médicos han constatado que no ha sido así. En un momento quisieron usar el argumento de Martha Chávez, que yo me 'autotorturé'.
Usted fue a la clínica. ¿Qué dijeron ahí?
El certificado que me dieron en la clínica Ricardo Palma, a donde llegué por Emergencia, decía traumatismo encefalocraneano, policontusiones y conmoción cerebral. Recién hubo reacción cuando llevamos el caso a Indecopi que, después de seis meses, me dio la razón. La investigación de la Policía concluyó que yo, efectivamente, había sido golpeado en la puerta de Mamá Batata. Y un policía declaró que, cuando fue a la empresa de seguridad Vips, lo botaron diciéndole que el vigilante que me había agredido -identificado como Rodolfo Ortiz Checa- no trabajaba ahí.
¿Cuál es el estado legal del asunto?
No tengo intenciones de dejar esto morir así nomás. Para mí, como persona, el haber sido golpeado y humillado de esa manera representa un daño emocional. Lo que quiero es llegar por una vía civil a algún tipo de resarcimiento.
¿Han pagado la multa?
Indecopi emitió su informe multando a la empresa. Y ambas partes han apelado. Nosotros, porque 20 UIT es irrisorio. Eso lo pagan con dos días de venta -y no es la primera vez que sancionan a un local de estos en Larcomar-, y porque no le dan el peso debido a la agresión. La empresa tiene que pagar por esto. Y los de Mamá Batata ya anunciaron que, si se ratifica la sentencia, van a ir al Poder Judicial. Ya sabemos que ahí el caso se 'perderá'.
¿Qué respuestas ha recibido usted en su entorno cuando se hizo público este tema?
Cuando hice esto y salió la noticia, empecé a recibir llamadas. Todo el mundo me felicitaba. 'Sí, a mí una vez tampoco me dejaron entrar', me dijo una persona. ¿Por qué no reaccionaste? Pero las personas no hacen nada. Les da roche. Eso me revienta. Esto me pasó a mí, pero puede pasarle a otro, al hijo o a la hija de alguien. Esa discriminación, ese racismo, está bien arraigado en la mentalidad limeña, y esa gente lo aprovecha. Ha sido una satisfacción personal recibir felicitaciones y correos y ver que en los foros se discute el tema. No recuerdo a nadie más que haya llevado esto de manera privada -los abogados cuestan-. Para mí, es un asunto de dignidad.
Somos, sin duda, una de las 7 maravillas del tercer mundo.
Y a continuación, todos estos locales miraflorinos tienen prácticas discriminatorias:
- Gotica
- Blue
- The Line
- Discoteca Duna
- Producto Peruano
- Etheria
- Aura
- Mamá Batata
- Mamá Batatacalinda
- Don Jijuna
- Machaska
- El llonja
- Peña del carajo
- Shiva
- El Dragón
- Étnico
- Lava
- Spa
- Masai
- Zuca
- Asia de Cuba
- Friday’s