domingo, 12 de agosto de 2007

Alan y el Básico (S/. 3.40)


Como dije antes, parece que Alan García está aprendiendo una que otra lección acerca de gobernarnos. Ahora le tocó a la Policía Nacional del Perú (PNP, sucio policía verde).

Ante la amenaza de ciertos grupos de la policía de iniciar una huelga, el gobierno de Alan García Pérez ha iniciado planes de contingencia para contener cualquier tipo de movilización que desestabilice la seguridad ciudadana: darles a los efectivos uniformes nuevos, mejorar su “rancho” (de un plato que costaba S/. 2.80 a uno de S/. 6.20), y pagarles sus gratificaciones correspondientes a las vacaciones del 2007 (a diferencia de lo que la mayoría cree, los futbolistas no son los únicos que tienen problemas de sueldos en el Perú).

Además, se han iniciado acciones de contrainteligencia para desactivar cualquier intento de movilización.

¿Y por qué protestan?

La movilización está encabezada por la Federación de Retirados de la Policía Nacional (Federpol), los cuales reclaman que el Estado peruano les debe seis años por conceptos de vacaciones. Carlos Esaine, jefe de la dirección de la PNP en Cusco, ha negado esto, afirmando que los pagos se dan, pero “con algunos retrasos”. ¿Seis años son algunos retrasos?

En medio de escándalos de compras de patrulleros, ambulancias y demás vehículos que ocupan los titulares de periódicos indignados, la protesta de los efectivos de la policía era de esperarse. Y es que da la impresión de que el presupuesto de diferentes ministerios (interior y salud) es parte de una farra que se ha encargado de convertir el Estado en un paraíso fiscal para toda clase de ladrones y estafadores.

Se gastan bochornosas sumas en patrulleros y ambulancias sobrevaloradas y de pésima calidad y todavía no se cancelan viejas deudas a efectivos policiales. Y ni hablar del gasto en programas sociales o de los famosos presupuestos participativos de ciertas municipalidades.




Test de choques a las conocidas camionetas policiales 4WD. Los escombros hablan por sí mismos.


Arca Comunal

El pozo del Monopolio está más lleno que nunca y ahora es un buen momento para tirar los dados, dejarlos rodar y dejar que tu carro, sombrero o perro avance rápidamente (y sin oportunidad de irse a la cárcel), hacia la casilla de Arca Comunal a hacerse con una gratificación de fin de año adelantada.

La época García, (así como la de sus célebres antecesores), se está caracterizando por convertir actividades supuestamente regulares y honestas en irregulares y truculentas. El subdesarrollo en el Perú hace que la construcción de colegios, carreteras, o el mejoramiento de infraestructura se presente como algo novedoso, celebrable, y que marca la pauta hacia el progreso.

Fujimori se encargó de demostrarnos lo contrario: la construcción de un colegio, carretera, o la compra de patrulleros, ambulancias, etc., solo significaban una cosa: derroche, lavado de dinero, corrupción, escándalo y populismo. La derrota del terrorismo y pacificación del Perú cuentan en la misma categoría que los antes nombrados: son fruto de acciones sobrevaloradas, ilícitas, corruptas y despreciables que ahora han dejado muchos conflictos irresueltos y grietas abiertas, como la de los colegios o las carreteras.

Oye Creo que me la Están Metiendo... ¡La Pinga!

La cosa se pone complicada cuando la gente se corre la voz de que el Estado está con las arcas llenas y es hora de una repartición. Usar en la campaña electoral esta información para prometerle a la gente el oro y el moro es un arma de doble filo, que en Julio ya cortó sus primeras cabezas.

Este asunto se vuelve más peligroso cuando el presidente engorda progresivamente, trae a Danton al mundo y nos dice a todos que somos ricos en cada ocasión posible, como por ejemplo, la condecoración al vendedor de Zanguito.

Ante todo esto, la solución política de Alan García Pérez fue empezar a producir pisco en palacio de gobierno. Sí, pisco. Si a Toledo le gustaba chupar un buen Etiqueta Verde (a precio rebajado en la zona franca de Tacna o contrabandeado en Puno), Alan prefiere llenar el palacio de gobierno de vid y esperar a que la tierra lo emborrache.

El blog amigo pepitaspuntocom profundiza en la noticia etílica.

Y es que cuando le has vendido histórica y sistemáticamente a una nación la idea de que son mendigos sentados en un banco de oro, lo único que queda hacer es chupar. O legalizar la marihuana.




1 comentario:

Anónimo dijo...

dieta de palos para Alan.