Comenzó la Farra
El primer ministro Jorge del Castillo anunció en una entrevista que le hizo el diario El Comercio en la víspera que "la política de austeridad" que viene teniendo la actual gestión ya debe de llegar a su fin.
Si bien anunció que piensa subirles el sueldo a los "funcionarios públicos", a fin de que no sean captados por el sector privado, anunció también que es hora de empezar a incrementar lo que el gobierno viene invirtiendo en el "gasto social". Reiteró, asimismo, que el gasto seguirá siendo de calidad. Esto significaría un significativo incremento con respecto a los S/.3,306 millones que viene invirtiendo el Estado anualmente en los 82 programas existentes.
La postura cayista
El gasto que se viene dando en programas sociales y de desarrollo tiene que ser seguido de cerca. Así, durante todo el año pasado pudimos ver cómo este gasto se había venido haciendo de manera desordenada: La ayuda sólo llega al 30% de la población pobre del país (MIMDES, MEF 2007), mientras que el 30% de los que reciben la ayuda no son realmente pobres. Además, es sabido que el 15% de los beneficiarios obtiene doble ayuda (CIAS). Finalmente, se sabe que en más del 80% de los casos, los programas sociales generan un gasto administrativo que representa el 10% del total.
¿Qué nos dicen estas cifras del desempeño de los programas sociales de gobierno? Que el método de selección de los beneficiarios está fallando, que no hay un debido control de estos programas, que la intervención hasta ahora no ha sido evaluada a partir de los resultados de estas medidas, que la cobertura todavía no es total, etc.
¿Es el gasto del gobierno un gasto de "calidad", como ha anunciado el premier del Castillo? No.
Queda también cuestionar la naturaleza de estos programas: ¿Son programas de desarrollo?, ¿Son programas asistenciales?, ¿Bajo qué criterios se selecciona a los beneficiarios?, ¿Se está "aliviando" a la pobreza con estas medidas? Esto nos lleva a preguntarnos a su vez otras cuestiones: ¿Qué idea de desarrollo maneja el gobierno?, ¿Qué papeles tienen la selva y la sierra en el proyecto político peruano?, ¿Son estos sectores la prioridad del gasto fiscal?
El Estado peruano (ojo, el Estado, no el gobierno), debe invertir en los programas de desarrollo no por una iniciativa política, sino porque es su deber como institución de todos y cada uno de los peruanos. No es un favor que se le está haciendo a los pobres del país, sino que es un derecho que tienen como peruanos.
Asimismo, Alan "Coby" García debe de entender que la creación de programas de asistencia social y alivio de la pobreza son una cuestión seria y crítica para las personas que se benefician de ellos. Para él, crear o no crear programas sociales, así como desactivarlos o potenciarlos puede ser una medida política, pero para algunas personas (la mayoría del Perú, que es pobre), estas medidas son cruciales.
Queda claro que organizar un programa de alivio a la pobreza, por ejemplo, no es como organizar un té de primeras damas, Pilar Nores.
1 comentario:
Los imbéciles de los apristas cuando han hecho las cosas bién: NUNCA
Ke no te extrañe que ese otro 30% de los que reciben ayudan no son realmente pobres, pero si son apristas carnetizados... esos HdP y falta los gastos burocráticos...
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