Nuestros periodistas
Entre 1902 y 1907, ya afincado cómodamente en Lima, luego de su derrota electoral de 1895 y mucho antes de trabajar como director de la Biblioteca Nacional, Manuel González Prada escribió las siguientes líneas sobre el periodismo limeño, que cae a pelo luego de los últimos hechos protagonizados por el Grupo Editorial El Comercio, pero que le dedico a casi toda la prensa nacional:
Los males causados por la falta de sinceridad y honradez resaltan en los diarios de Lima, casi todos sin opiniones fijas ni claras, defensores sucesivos del pro y del contra, apañadores de los más odiosos negociados fiscales, voceros de bancos, empresas de ferrocarriles, compañías de vapores y sociedades en que imperan el agio y el monopolio.
¿Qué diarista limeño representa la encarnación de un principio? Mientras uno se acuesta montañés y se levanta girondino, el otro se duerme autocrático y se despierta anarquista. El liberal escribe en la hoja conservadora, el ultramontano en la revolucionaria. A nadie sorprende que un radical masón salga colaborando en El Pan del Alma o en El Amigo del Clero. Especie de moléculas errantes, nuestros famosos publicistas entran hoy en la combinación de un sólido, mañana en la de un líquido, pasado mañana en la de un gas.
Algunos de ellos infunden conmiseración y repugnancia. Clowns gibosos y encorvados, viven desde hace treinta o cuarenta años repitiendo la misma ensalada de chistes vulgares, ejecutando las mismas cabriolas, dándose las mismas costaladas y sacándose del estómago el mismo cintajo policromo y chillón. Atraviesan las calles, denunciando la lucha entre la muerte que les inclina hacia el suelo y la tierra que siente asco de recibirles. Van donde el negocio les llama, habiendo tenido la imprudencia de afirmar que el periodismo no es una cátedra sino una empresa industrial. Pasan de civilistas a demócratas y de opositores a gobiernistas, sin modificaciones en el fondo, con simples cambios en la superficie: mudan de piel como las víboras, no atenúan la virulencia de su ponzoña. A más del clown, representan en nuestra sociedad al bravo de la Edad Media: el bravo clavaba un puñal, si le ofrecían una bolsa; ellos hincan la pluma, si les decretan la subvención fiscal o les arrojan las propinas individuales.
Los males causados por la falta de sinceridad y honradez resaltan en los diarios de Lima, casi todos sin opiniones fijas ni claras, defensores sucesivos del pro y del contra, apañadores de los más odiosos negociados fiscales, voceros de bancos, empresas de ferrocarriles, compañías de vapores y sociedades en que imperan el agio y el monopolio.
¿Qué diarista limeño representa la encarnación de un principio? Mientras uno se acuesta montañés y se levanta girondino, el otro se duerme autocrático y se despierta anarquista. El liberal escribe en la hoja conservadora, el ultramontano en la revolucionaria. A nadie sorprende que un radical masón salga colaborando en El Pan del Alma o en El Amigo del Clero. Especie de moléculas errantes, nuestros famosos publicistas entran hoy en la combinación de un sólido, mañana en la de un líquido, pasado mañana en la de un gas.
Algunos de ellos infunden conmiseración y repugnancia. Clowns gibosos y encorvados, viven desde hace treinta o cuarenta años repitiendo la misma ensalada de chistes vulgares, ejecutando las mismas cabriolas, dándose las mismas costaladas y sacándose del estómago el mismo cintajo policromo y chillón. Atraviesan las calles, denunciando la lucha entre la muerte que les inclina hacia el suelo y la tierra que siente asco de recibirles. Van donde el negocio les llama, habiendo tenido la imprudencia de afirmar que el periodismo no es una cátedra sino una empresa industrial. Pasan de civilistas a demócratas y de opositores a gobiernistas, sin modificaciones en el fondo, con simples cambios en la superficie: mudan de piel como las víboras, no atenúan la virulencia de su ponzoña. A más del clown, representan en nuestra sociedad al bravo de la Edad Media: el bravo clavaba un puñal, si le ofrecían una bolsa; ellos hincan la pluma, si les decretan la subvención fiscal o les arrojan las propinas individuales.
El artículo se llama Nuestros Periodistas (el fragmento es de la parte III), y fue publicado por primera vez en Horas de lucha en 1908. Que el primer centenario de una de las obras fundamentales de dicho intelectual radical nos sirva para reflexionar sobre algunos temas y problemas recurrentes y estructurales de nuestra historia, en este caso, del periodismo y las letras en el Perú. En algunos aspectos, el Perú ha logrado detener el tiempo.
Gonzalez Prada was right.
Gonzalez Prada was right.
3 comentarios:
Excelente post Aia, recuerdo cuando leí ese artículo, estaba en colegio todavía,lo leí hace casi 15 años y nada cambia!
Felicitaciones!
Caroll
Manuel Gonzáles Prada, sabe lo que dice, y es claro porque él conoció alos Miroquesadas de su época.. unos vende Patria, que publicaron en su portada "Mejor los chilenos antes que Pierola".. por aquellos años de la Guerra con Chile...
Por lo que veo, los genes de esos hijos de puta, no cambian.
ahorita lo tengo en la cabeza...pero me parece que posteaste la frase se MGP antes, de hecho me llamó la atencion saber que desde que el Perù tenia una vida politica "independiente" la alcahueteria y el poder del dinero ya habian llegado al Perú antes que el significado del "cuarto poder"...realmente triste...pero los pocos que sabemos o nos interesa como anda todo a nuestro alrededor no nos queda otra cosa mas que levantar y limpiar nuestra pisoteada bandera y seguir caminando, aunque suene conformista, el que me gobierna y el que decide si como pan mañana no me deja otra alternativa...protestar y reclamar por un pais diferente??? NO!!! ni de a vainas!!! no quiero joder mi vida como alguien tildado como terruco o agitador...bueno...saludos
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