Empieza una buena semana: el juicio a Fujimori

(Fuente: Caretas)

Cuando a Jacques Chirac le dijeron que apenas deje la presidencia para el año 2002 le abrirían un juicio y lo más seguro es que fuera a prisión. La corrupción durante su mandato en la alcaldía de París entre 1977 y 1995 estaba ya comprobada. Fue entonces que el antiguo Primer Ministro francés y ex Ministro del Interior decidió que sólo le quedaba una salida, volver a postular a la presidencia para conservar la inmunidad presidencial durante unos años más. En una de las elecciones más extrañas de Francia, Chirac fue reelecto hasta el año 2007. A tan solo 6 meses del término de su segundo mandato ya había entrado al despacho de la jueza Xavière Siméoni como testigo y había salido como imputado. Su proceso aun está en curso.

Es cosa poco común en la historia de una república se vea el juicio a un ex presidente, sea por el cargo que sea. Que la justicia de un país logre sobreponerse a las presiones políticas y procese y quizá encarcele a una persona que detentó el máximo poder político del país es algo digno de verse, conocerse, analizarse y criticarse. El Perú, con el jucio que se inicia a Alberto Fujimori hoy lunes 10 de diciembre, tiene una obligación de demostrar que no somos un país atrasado en cuanto a su cultura política, que somos un país que cree en el respeto a la vida y que no aceptará que quien sea haga del poder que le delegamos una herramienta de muerte y represión. Tenemos el deber de demostrar que un puñado de políticos trogloditas no van a librarse de esta.

Pero también debemos hacer a nuestra democracia más atractiva, para que todas las clases sociales (no solo el sector D y E donde Fujimori tiene mucha aceptación, sino TODOS, porque en TODOS hay fujimoristas) la prefieran sobre el proyecto advenedizo, represor, abusivo, conformista y restringido del autoritarismo y de cierto tipo de neoliberalismo de la cutra.

No todos los días vemos a un ex presidente que va a jucio. En el Perú desde 1931 que no tenemos una situación así y quizá (lamentablemente porque no creo que al contumaz Alan García le hagan el juicio por El Frontón) pasen otros 76 años antes de ver el siguiente, así que no se lo pierdan, es un momento histórico, de sólo una vez en la vida, y lo tenemos aquí. Pase lo que pase, esto va a estar movidísimo. Y quien sabe, quizá podamos ver a la siguiente cosa menos común en la historia política peruana: un ex presidente asesino, corrupto, mentiroso... y preso.