domingo, 9 de septiembre de 2007

Terremoto: ¿Estás in, o out?

Hoy, domingo 9 de setiembre estamos a casi un mes de ocurrido el terremoto que destruyó Pisco, Chincha y Huancavelica y afectó a decenas de localidades más, incluyendo a la ciudad de Lima. El desastre dejó un saldo de al menos 510 muertos, 1.500 heridos de gravedad, 85.000 damnificados y 17.000 viviendas destruidas.

La respuesta de la población peruana fue desde un principio buena: preocupación por los más afectados, una gran cantidad de donativos, así como también una gran cantidad de voluntarios (Elmo está ahí en representación del blog de Cayo), que están hasta ahora trabajando para ayudar a superar esta catástrofe.

Foto: Renzo Giraldo

Sin embargo, desde un inicio fuimos testigos también de reacciones desfavorables y decepcionantes: las declaraciones violentas de Alan García, la vergüenza del pisco 7.9, los robos de los donativos por parte de unos acopiadores inescrupulosos, empresas que suben el precio de los materiales de construcción, el proselitismo político a la hora de ayudar, y sobre todo, se dejó en claro que el Perú no está listo para afrontar ningún tipo de catástrofe.

Quake I

Ica es un departamento que la tiene difícil a la hora de afrontar desastres naturales de grandes magnitudes.

Entre los meses de noviembre de 1997 y abril de 1998, el fenómeno del Niño afectó el Perú de una manera dramática: aumento crítico de las lluvias, crecimiento de la afluencia de los ríos, baja presión atmosférica, huaycos, humedad, pérdida de cultivos, inundaciones, epidemias, muertos, damnificados, etc.

El fenómeno del Niño es errantemente cíclico, por lo que es muy difícil anticiparlo. Es imposible saber tampoco qué tan fuerte va a ser, qué zonas va a afectar, cuánto tiempo durará, etc. Es, pues, tan impredecible y devastador como un terremoto.

Dando un paseo por la web cannábica me encontré con este manifiesto de Alberto Aquino, asesor de la GTZ (Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit ) y poblador del norte del Perú. La molestia de Alberto es más que justificable. Está harto de que la gente ignore lo que es el fenómeno del Niño, o peor aún, que crean que son “solo lluvias” o que “solo afecta a ciertas ciudades”.

Este desastre natural siempre se lleva vidas: no sólo la de los fallecidos, sino también la de los damnificados, desaparecidos, enfermos, heridos. Hay gente que simplemente pierde todo. Y eso no es tan fácil, aunque Alan García lo crea.

Además de las pérdidas humanas, el fenómeno del Niño no afecta sólo a algunas ciudades, como algunos suelen creer, sino que afecta nuestro ecosistema en su conjunto. Tanto los cambios climáticos y hidrográficos, nos afectan a todos los peruanos. Además, la destrucción de varias ciudades en nuestro país no siempre suele ser beneficioso: se pierden enormes cultivos en las zonas rurales, se propagan epidemias, se generan gastos astronómicos, se paraliza por completo el circuito productivo de estos centros urbanos, etc.; todo lo que una catástrofe implica.

No podemos hablar solamente de unas “estrategias de prevención” del desastre. No podemos esperar a que Defensa Civil llegue cuando todo esté perdido o a punto de perderse. No es solamente cuestión de rescatar a los muertos y heridos. Es cuestión de evitarlos.

¿Cómo? Creando una cultura frente al desastre. Así es, cultura, forma, manera de hacer, de pensar, producir, reproducir y actuar frente a un espacio/tiempo determinado, como por ejemplo: el fenómeno del Niño.

¿No será exagerado hablar de una cultura frente al desastre? No. Existe en miles de lugares del mundo, sobretodo en Japón, Europa y zonas asiáticas constantemente afectadas por fenómenos climatológicos y geológicos monstruosos.

Japón, por ejemplo, es un país que es sacudido por un par de terremotos cada año. Nunca saben cuándo es que el terremoto va a llegar, pero siempre están preparados. ¿Cómo? Una cultura frente al desastre que incluye: estrategias de evacuación, infraestructura adecuada antisísmica, un sistema de comunicaciones infalible, un sistema de defensa civil organizado, preparado y siempre alerta de lo que pueda pasar.

Japón reconoció que se encuentra en una zona sísmica y por eso se ha organizado. Al igual que Ica, que se encuentra encima de la Placa Tectónica de Nazca, Japón ha lidiado de una manera política con su medio ambiente: lo ha entendido y ha actuado a partir de ese entendimiento.

Quake II

Ica, como antes mencioné, está construida encima de la Placa Tectónica de Nazca, ergo: es muy probable que un desastre telúrico afecte a la población de vez en cuando. Podría no haber un terremoto de acá a los próximos 40 años, sin embargo, la posibilidad latente siempre existirá, ya que el terreno es propenso a ser afectado por movimientos sísmicos.

El riesgo del terremoto jamás desaparecerá, por lo que entonces la situación se convierte en una cuestión política en la que el “otro” (terremoto), siempre será una amenaza.

Foto: Renzo Giraldo

Defensa Civil debe de estar alerta como la policía nacional. La posibilidad de que se dé un robo, asesinato, atentado, etc., está siempre latente, por lo que el Estado se encarga de vigilar, prevenir y contrarrestar. Bueno, pues, el terremoto es un enemigo más complicado que la criminalidad: no lo podemos vigilar, no se puede impedir y tampoco se puede contrarrestar. No podemos acabar con los terremotos simplemente, tenemos que convivir con ellos, nos guste o no.

La infraestructura, la organización y concientización de la sociedad civil y la calidad de los efectivos de defensa civil son elementos cruciales a la hora de sobrevenir un desastre. Si se carece de estos elementos a la hora de afrontar un terremoto, la magnitud y destrucción que éste significaría se eleva exponencialmente. Ya no hablamos de una, sino de muchas catástrofes.

Son cruciales también los medios de comunicación. La labor de Telefónica fue patética, y ahora, para colmo, se lavan las manos. No hay una red de emergencia en un país en el que los desastres naturales abundan, donde hubo terrorismo y donde, por último, las emergencias son latentes, posibles, es decir, son emergencias.

Doom

Lo peor de todo, es que tal parece que a la prensa y los medios de comunicación ya se les olvidó el terremoto. En la edición de hoy de Perú.21 no encontramos ninguna noticia acerca de los afectados por el terremoto en la portada, ni tampoco cuando hacemos un escrutinio del periódico. Tal vez nos demos con una nota o dos acerca del terremoto. Sí, encuentro una nota en la sección economía: les darán préstamos a los damnificados, después, nada más.

¿Qué pasó con la gente de Huancavelica?, ¿Ya les llegó la ayuda?, ¿Cómo puedo hacer para recibir información acerca de ellos? Imposible.

El Comercio es un caso parecido, en su versión online solo figura una noticia acerca del terremoto y nada más, después Beckham, Angelina Jolie que quiere tener otro hijo, el cadáver mastodónico de Pavarotti… Eso es la prensa libre del Perú.

El terremoto ya no es noticia, ya pasó. Alan ya no está entre los escombros de Pisco caminando sin casco ni protección o puteando a los que nos tratan de ayudar, ahora está en una cumbre de presidentes, lamiéndole el culo a Bush y rogándole porque se firme el TLC que Alan García mismo prometió que no iba a firmar jamás.

Rosa María Palacios, en un destello de lucidez se encargó de denunciar esta situación desde su columna en Perú.21. Sin embargo, el terremoto ya no está in, ya no hace portadas, ahora es preferible ver el juego de los ahorcados o el chongo del KFC, total, si pasa en Lima, es porque está in, pues.

Foto: Renzo Giraldo

Todas las fotografías han sido tomadas por Renzo Giraldo y las hemos bajado de su web. No hay ánimo de plagio por ninguna parte, (sorry Bryce). Es muy recomendable que vean su galería on line, tiene fotos excelentes, no sólo del terremoto, sino también de otros eventos y lugares.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamentablemente, no todo puede ser sobre el terremoto. Como cuando ocurre una muerte, hay luto, pero después se avanza, no se olvida, pero se avanza. El pais no puede estar siempre pendiente del terremoto, para aquellos a los q no nos tocó la desgracia, nos toca seguir con nuestra vidas. Se ayuda, obviamente, pero no siempre vas a estar pendiente.... La vida continúa. Así de simple.

Cannabicus Prime dijo...

el problema es que el país no puede avanzar si es que dejamos a un alto porcentaje de la población en la total mierda. si las cosas están mal, se arreglan. entre los años 1980 y 2000 murieron 70'000 personas y a nadie le importó un carajo, simplemente la vida continuó, así de simple, qué nice