Apocalypse Now
Son las 10:27 am del 21 de Setiembre del 2007 y es un día histórico en el Perú. Se ha aprobado la extradición de Fujimori por 7 de los trece casos presentados a la justicia chilena.
On the Run
Hace 15 años y 15 días, la captura de Abimael Guzmán marcó un punto de quiebre en el desarrollo de la historia peruana: la cúpula terrorista que venía aterrorizando al país y poniendo en jaque al Estado peruano desde el año 1980 fue desactivada, o al menos, desarticulada en su mayoría.
Pero el año 1992 también marcó un cambio en otro sentido: Alberto Fujimori Fujimori, entonces Presidente de la República, salió en televisón a las 10:30 de la noche un 5 de abril anunciando las siguientes trascendentales medidas en un mensaje tradicional conocido por todos:
- Disolver, disolver temporalmente el Congreso de la República.
- Reorganizar totalmente el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Ministerio Público.
- Reestructurar la Contraloría General de la República
La caída de Abimael Guzmán y la perpetuación de Alberto Fujimori en el poder a partir de 1992 marcaron el fin de una época y el comienzo de una nueva, que actualmente vivimos, experimentamos, y con la que constantemente lidiamos.
El Corto Siglo XX
Un hecho histórico-político de este calibre lleva a pensar en otros hechos históricos previos, que si bien no condicionaron el desenlace de la historia, de alguna manera nos ayudan a entenderla, a negociar con ella. (Aia Paec posteará, seguramente con más exactitud, en la noche, con la furia característica del dios Moche).
Hasta el año 1989, año en que desaparece la Unión Soviética, en el mundo se habían manejado un conjunto de mitos que aparecieron a su vez hacia el año 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial (WWI).
Antes de la Primera Guerra Mundial, el mundo vivía la Belle Époque, una época de sorprendente estabilidad política, avances tecnológicos, el auge del positivismo, la fe en la razón, la modernización del arte, el mito del progreso. El progreso es la representación secular de lo que antes se conocía por la providencia divina; el progreso es a su vez, positivista, automático, científico.
El hundimiento del Titanic y la brutalidad de las dos Guerras Mundiales destruyeron los mitos de la Belle Époque. Necesariamente aparecieron nuevos mitos, nuevos sueños, nuevas poéticas en el sujeto moderno. Se inició entonces una búsqueda pasional de lo real, una necesidad de lo mágico, así como también se buscó la redención en la estética.
Remo Boder ha clasificado las nuevas pasiones posteriores a la WWI en 3: la pasión roja (el bolchevismo), la pasión negra (el nacionalsocialismo) y la pasión gris (el liberalismo). El progreso es reemplazoado por un nuevo horizonte marcado por el socialismo y la idea de nación.
Estos casos nos son más cercanos a los peruanos que los de la Belle Époque: la revolución, el discurso del militante, el mito milenarista, la idea mesiánica. En esta medida, la Revolución Cubana, la Revolución Cultural China y el mayo del 68 francés son casos notables.
Estas nuevas poéticas desaparecen inevitablemente en el año 1989, con la caída de la Unión Soviética y la "victoria" del mundo occidental "libre" (sic), frente al socialismo. Como en 1914, la desaparición de viejos mitos trajo consigo nuevas dudas, paradigmas, ideas que caracterizaron a la sociedad de fin de siglo.
Caso Perú
El Perú, como siempre, es un caso de excepción. Sin embargo, todos los acontecimientos globales influenciaron la política peruana y a la sociedad en su conjunto. Así, la revolución cubana, los gobiernos militares, la política intervencionista norteamericana, los movimientos guerrilleros y subversivos, las dictaduras, el socialismo global, etc., fueron determinantes a la hora de construirnos como sociedad.
Tuvimos también nuestros propios sucesos determinantes: la dictadura odriísta, el gobierno de Belaúnde, la revolución de las FF.AA, la vuelta al poder de Belaúnde, el desastre de Alan García, la violencia del Conflicto Armado Interno, la desintegración del país, el desplazamiento de la mayoría de la población, la pobreza extrema, el desbalance económico, etc.
Pretender resumir la historia peruana y los factores que hicieron posible la ascensión del Chino Fujimori al poder con este post sería iluso, pero esta pequeña reflexión ayuda a ubicarnos en el contexto aunque sea de manera simplificada.
The Wall
Nuestra caída del muro se dio en el año 1992. Con la caída de Abimael Guzmán y el ascenso de Fujimori se destruyeron viejos paradigmas que circulaban el imaginario peruano: desaparecieron los partidos, el debate político, la clase política, la militancia; en su lugar, aparecieron nuevos actores: el político / empresario / neoliberal, el yuppie exitoso, etc.
Fue nuestro cambio de época. En el año 1992 se dejaron atrás muchas ideas, imaginarios, sueños, entre escombros, inflación, guerra. A partir de ese momento las cosas cambiaron en el Perú de manera drástica.
Paradójicamente, cuando desaparece el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, el Perú entra a una nueva etapa de apertura al mundo. Y lo hace de una manera desastrosa. Óscar Ugarteche explica con precisión este caso en "Adios Estado, Bienvenido Mercado". El Perú se internacionaliza de manera abrupta, violenta, desmedida, incoherente, a la peruana.
En medio de todo este desastre político - económico hay un desastre interno mucho más complicado de lo que en su momento se estimó. Violaciones a Derechos Humanos, corrupción, manipulación medíatica, compra de funcionarios, robo de fondos del Estado, malversación de fondos, narcotráfico, etc., etc.
Es por eso que Fujimori vuelve hoy a comparecer ante la justicia peruana.
No por una iniciativa ciudadana o por el activismo político de nuestra generación, sino porque cometió errores imperdonables que salieron a la luz a su debido tiempo. Alan García, reo contumaz de la justicia peruana y buscado por la justicia internacional es actualmente nuestro presidente. Su suerte fue otra.
The End
Entonces volvemos a hablar de necesidades históricas. La caída de Fujimori era una necesidad histórica para el proceso de reconciliación que el país necesita y parece buscar. Va a ser el primer Presidente del Perú que sea juzgado y que cumpla su condena entre rejas. Es un momento sin duda histórico.
Esta nueva Belle Époque que vivimos ahora, en la que el paradigma crecimiento macroeconómico, la apertura de mercados, la bonanza del espárrago, los TLC's, el diálogo entre naciones, el chongo étnico, el floro de la igualdad, lo nice y stylish de lo andino, el boom gastronómico, los cholos que saben usar internet, etc., se abren paso, va a verse sacudida por la llegada abrupta del pasado: Fujimori.
Paradójicamente, el Perú está a punto de juzgar a aquél hombre que nos llevó de la mano a esta nueva Belle Époque. Inevitablemente se van a configurar nuevos sueños, paradigmas, ideales. ¿Estamos preparados para enfrentarnos con nuestro pasado?
La única manera de lidiar con el pasado es entendiéndolo y juzgándolo con un debido proceso; y eso es lo que esperamos que se haga.
Perú, tienes la pelota en tu cancha, juega.
Como no podía ser de otra manera, les dejamos acá el fallo de la extradición de Fujimori. El Blog de Cayo se compromete a hacer una cobertura completa de este nuevo terremoto.
Hacer Click en el Chino (>_<) para bajarse el fallo completo de la extradición de Fujimori.
1 comentario:
sabes que?? hablas huevadas.... metete tu blog por atras, doblada y con nudo
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