Gremlins
Cualquier persona que gozó los ochentas -esa década tildada de "basura" por muchos- no puede olvidar la creación de uno de los personajes más entrañables, divertidos e irreverentes: los gremlins. Esta sarta de monstruos conchesus se dedicó a poner de cabeza primero una ciudad entera en navidad (Gremlins, 1984) y luego un edificio "inteligente" de una corporación. Si nos ponemos en "modo Portocarrero" diríamos que estos engendros representaron una alternativa al tradicionalismo y la modernidad, una especie de posmodernismo monstruoso manipulado -eran marionetas- por personas detrás del poder.
Pero no somos pastrulitos pues. Lo que a mi más me gustó de los gremlins es su irreverencia y negrísimo sentido del humor, además de encantarles la adrenalina y el dolor. En muchas de sus escenas infringen dolor y sufrimiento no sólo a humanos y animales, sino a ellos mismos. Fueron unos jackass de orejas largas y dientes filudos, pero con igual cantidad de cerebro que Johnny Knoxville. Otro punto a su favor son los rudimentarios efectos especiales que priorizaban maquillaje y materiales físicos antes que virtuales, dando una mayor sensación de realismo.
Por último, los Gremlins en sus filmes se mofan también del cine en general, ya sea con algunas escenas imitando íconos culturales del cine americano o inclusive deteniendo su propio filme en plena proyección (en la segunda parte), obligando a Hulk Hogan (firme candidato a HdNT) a lanzarles un ultimátum que nadie, como dijo Don Corleone, podría rechazar.
Algún geek ochentero con tiempo libre y una buena Mac ha editado este video. La calidad del montaje es increíble, parece hecha por profesionales en estudio. Los Gremlins visitan varios filmes, a modo de homenaje hacia los dientudos personajes.
Pero no somos pastrulitos pues. Lo que a mi más me gustó de los gremlins es su irreverencia y negrísimo sentido del humor, además de encantarles la adrenalina y el dolor. En muchas de sus escenas infringen dolor y sufrimiento no sólo a humanos y animales, sino a ellos mismos. Fueron unos jackass de orejas largas y dientes filudos, pero con igual cantidad de cerebro que Johnny Knoxville. Otro punto a su favor son los rudimentarios efectos especiales que priorizaban maquillaje y materiales físicos antes que virtuales, dando una mayor sensación de realismo.
Por último, los Gremlins en sus filmes se mofan también del cine en general, ya sea con algunas escenas imitando íconos culturales del cine americano o inclusive deteniendo su propio filme en plena proyección (en la segunda parte), obligando a Hulk Hogan (firme candidato a HdNT) a lanzarles un ultimátum que nadie, como dijo Don Corleone, podría rechazar.
Algún geek ochentero con tiempo libre y una buena Mac ha editado este video. La calidad del montaje es increíble, parece hecha por profesionales en estudio. Los Gremlins visitan varios filmes, a modo de homenaje hacia los dientudos personajes.
1 comentario:
qui buuuiina ja ja ja
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