domingo, 21 de septiembre de 2008

Orgullo Nacional

Debería de sentirme orgulloso de vivir en una nueva belle époque. Y debería de sentirme orgulloso como peruano, porque el Perú se ha subido por primera vez al tren del progreso a diferencia de otros momentos en su vida republicana. Pero por alguna razón no me siento cómodo con esta nueva "bonanza". Vivo en un país que está en marcha: el Perú Avanza y nadie lo va a detener.

Ni siquiera los caviares, los populistas, los antidemocráticos, los comunistas, los izquierdistas, los médicos, los huelguistas, los chavistas, los antauristas, los ollantistas, los profesores, los transportistas, los periodistas, los estudiantes, los provincianos, los indios, los defensores de derechos humanos, los terroristas, los presos, los pobres, los críticos, los mediocres, los tardones, los corruptos sin suerte (porque los hay con suerte: no los descubren), los socialistas, los universitarios, los "bloggers", Fidel Castro, los agricultores, los chilenos, los perros del hortelano, la selección, etc. (La lista sigue...)

¿Eres uno de los anteriores?

¿Eres uno de estos peruanos que se niegan al progreso? Probablemente no seas un "anti-peruano", pero tal vez sí perteneces a uno de estos grupos (por fortuna o simple casualidad). ¿Te sientes así?

Cuando era más pequeño y estaba en el colegio solía ver lo que todos: plagio, abusos, insultos, maltrato; así como también solidaridades, verdaderas amistades, momentos duros y felices. Pero lo que más me llamaba la atención era la figura del "acusete" de la clase: un alumno débil, frecuentemente abusado, un poco tonto, un poco solo, frustrado y con uno que otro tic.


Supongo que por haber sido educado por jesuitas la cosa probó ser más ortodoxa que en otros casos de acusetes (excepto en los colegios militares): era mejor no decir nada, porque aunque parezca paradójico, los mismos profesores podrían tildarte de "maricón", "cobarde" o "arribista" por delatar a uno de tus compañeros, o a un profesor.

Sin embargo, junto a esta forma de solidaridad y "anti arribismo" convivía otro discurso, otra explicación del mundo y el país, impulsado por los mismos profesores que te invitaban a quedarte callado: el problema del Perú es la envidia, "la filosofía del camarón".

¿Qué es la filosofía del camarón?

Es la filosofía de todos los peruanos. Explica nuestros fracasos, derrotas y miseria en cualquier contexto: republicano, guerras, democracias, campañas, crisis, etc. Se explica de manera simple con una figura: imagínese un balde lleno de camarones. En eso uno de ellos trata de escapar y el resto le pican para hacerlo bajar, oprimirlo, impedir que sea un camarón emergente (sic).


Creo que estos ejemplos aprendidos en el colegio me han servido para simplificar lo que pasa en el Perú de ahora: si te quejas, eres un maricón, un quejón, un débil que no puede progresar porque no quiere, que no toma la oportunidad, que es pesimista, traicionero, un fracasado.

Pero si es que hay algo denunciable y denuncias entonces eres un maricón, un mediocre, un pata que le busca "3 pies al gato", un caviar, un pesimista, un envidioso, alguien que no quiere progresar y que no quiere que los otros progresen, un perro del hortelano que no puede hacer las cosas pero que goza al ver al otro caer, el que aplaude cuando la vieja se cae en la calle. La maldad pura.

Ejemplos hay varios: si bloqueas el puerto, Chlimper dice que te va a sacar con su escopeta; si dices que es imposible organizar olimpiadas en Lima te dicen pesimista; si haces huelga porque te suban el sueldo te dicen comechado (hay otros más pobres que tú); si haces tu juerga con putas en concentración y te acusan o "tiran dedo" entonces todos están en tu contra, nadie quiere progresar; si estás a favor de investigaciones acerca de las violaciones de Derechos Humanos cometidas por el ejército entonces eres anti patriota o vives en el pasado; si velas por tus intereses eres un cabro; si pides la información acerca de los gastos de los congresistas entonces estás haciendo perder el tiempo. Para toda tesis hay una antítesis. Para todo acusete hay un camarón. Para todo peruano hay otro peruano. Y para Lucecita, mi pinga.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

felizmente soy antinacionalista, somos parte de un mundo, no de un pais.

Cannabicus Prime dijo...

nadie habló de nacionalismo en el post, ojo.

Anónimo dijo...

Buena metáfora extendida en explicación a los mobiles que llevan a esos imbéciles que se alucinan vivir en el mejor de los mundos, en un país de ensueños.

Bien dicho: son camarones. Pero recuerda que los camarones son parte inferior de la cadena alimenticia y terminan comidos por un pez muy grande y que siempre esta; no acechando; sino omnipresente, que en este caso, se llama REALIDAD ACTUAL.

Anónimo dijo...

5 pies, prime, 5 pies xD.

Anónimo dijo...

buen post, jajajajaja una sacada de mierda a lo retractores jajajajajaja

Tinta Floja dijo...

Acabo de caer por acá de casualidad, me llamo la atención un comentario en otro blog. Inteligente...